viernes, 16 de abril de 2010

Lima, abril de 2010
Señores Jueces:
De mi consideración:

Ud. No cumplieron con mi justicia al declararme inocente en las decenas de juicios iniciados contra mi persona en calidad de dirigente de los sectores emergentes empresariales en competencia con otros grupos empresariales de más capacidad económica; Uds. al declararme inocente, hicieron justicia a millones de peruanos emprendedores de mercados, bodegueros, pequeños empresarios emergentes, etc.
Pues, mi persona y acciones, es cierto, representaba ese movimiento de capitalización de los peruanos emergentes a través de la inversión en mercados, tanto, en Lima y en provincias.
En el año 2009, la experta burócrata, Cecilia Blume, consideró a los supermercados, industrias; mi persona en la década del 90, ya consideraba industrias a los mercados, por ser fuentes de trabajo y fuentes de riqueza. Idea comunicada a decenas de dirigentes y miles de emprendedores de mercados.
En los años 2005, 2006, 2007, admiramos el boom de los supermercados en Lima y en el Perú entero. Inmediatamente dediqué mi tiempo a estudiar e investigar tal fenómeno. Dándome con la sorpresa que los supermercados se apoderaban de espacios(terrenos) estratégicos; los terrenos más rentables; que proporcionalmente creaban 250 puestos de trabajos y los mercados 1,000 puestos de trabajos; una desigual competencia con los minoristas, pues, los supermercados compran por volumen, por tanto, su rentabilidad es superior; que conforme se verifica en los medios de comunicación, en el año 2007, empresas especialistas en supermercados conocidas a nivel mundial(de Holanda, de Israel, norteamericana, etc.), se preparaban a invertir construyendo supermercados en todo el Perú, etc. Para graficar la gravedad de la situación, es decir, que los supermercados, prácticamente, sustituirían a los mercados nacionales, le transcribo la palabra de los empresarios inversionistas: “En Lima no existen mercados, propiamente hablando”.
Concluida mi investigación, comuniqué a diversas autoridades, funcionarios, políticos, de todo nivel, a los mismos dirigentes, a los emprendedores de mercados, de la gravedad de la situación. se venía –en el año 2007- una invasión de inversionistas, especialmente chilenos, en la construcción de mercados, creando desequilibrios sociales, económicos, comerciales.
Cumpliendo, así, la injusticia que durante siglos el sistema capitalista no ha solucionado: La acumulación del capital, el despojo de la riqueza de los emergentes por acción de los grupos empresariales. Señalado en las propias palabras del compatriota peruano y perteneciente a la clase media, Jaime Althaus, en su obra: “La revolución capitalista en el Perú”, edición 2007. Y por el crítico, Karl Marx, en su obra, “El Manifiesto Comunista”, edición 1848: “el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el campesino --, todas ellas luchan contra la burguesía(grupos empresariales) para salvar de la ruina su existencia”.
Pero, no solamente señalé problemas, aporté soluciones y alternativas:
-Que, el mercado peruano debe compartirse con la inversión extranjera, para mejorar la competitividad.
-Que, los grupos empresariales, en concordancia con su filosofía capitalista, de capacidad creativa, deben dedicarse, a otros campos de inversión, energéticos, por ejemplo. Oportunidades que abundan en el Perú. Es decir, los negocios no complejos para los emergentes, y los negocios complejos para los grupos empresariales, buscando así, el equilibrio social.
-Que, si bien es cierto, los mercados nacionales no son rentables económicamente para el Estado en cuanto a impuestos, sí son rentables en lo social, pues, crean cientos de miles puestos de trabajo. Dan solución social: Objetivo esencial de la burocracia. Y, además, capitaliza a los sectores emergentes. Y otros beneficios colaterales a la sociedad.
-Que, los mercados nacionales, en su visión genuina, están excluidos del sistema. Razón por el cual su modernización y evolución es lenta.
-Que, los supermercados pueden invertir libremente en un distrito residencial. Pero no en un distrito emergente, en donde abunda la pobreza, en donde, precisamente, los emergentes tienen a los mercados nacionales como un medio de capitalización, su fuente de trabajo. Más aún, cuando las leyes orgánicas de las municipalidades obligan la capitalización de los vecinos emprendedores o empresariales. Es decir, en estos distritos un Alcalde no puede inaugurar alegremente un supermercado. Y si existe inversión, se cuida que la inversión no constituya extremo.
Ideas, debates, informaciónes, comunicadas, conforme he dicho. Y desde esa fecha, existe prevención respecto a las inversiones extremas o no legítimas si bien pueden ser legales.
Señores Jueces del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, he cumplido. Y sí hubo alguna crítica o rebeldía a sus justas decisiónes a mi favor, loa para su majestad jurisdiccional, porque Uds. Hicieron Patria.
Muchas gracias
Atte.
Leonidas Bustamante Fierro.
DNI. N°06562758

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