jueves, 8 de abril de 2010

A respecto de los vacíos del Capitalismo y del Socialismo
En la historia se verifica que los pueblos del Perú y de otros países, fueron arrastrados a guerras, conflictos, con graves consecuencias: decenas, cientos o miles de víctimas, por el enfrentamiento entre estos dos sistemas, el capitalismo y el socialismo –En el Perú más de setenta mil muertos ocasionó la guerra contra Sendero Luminoso; la población total de los distritos limeños de Ancón y Barranco, o la población de Breña-. Asimismo, negación al desarrollo que tienen derecho los pueblos por una incorrecta interpretación de la realidad.
Es necesario, para consolidar la paz y evitar que grupos humanos inocentes ingresen a conflictos sociales, conocer verdades que no se dice en los libros, en las ideas, a nivel nacional e internacional; no verdades que siembran odio y divisionismo innecesariamente. Por ejemplo, la mencionada guerra terrorista en el Perú no lo inició el campesinado, fue iniciado por la clase media, pues Abimael, tenía la condición de catedrático y su cúpula también pertenecía a la clase media. Fue una guerra iniciada por una clase media equivocada. El campesino solo quería mejorar su situación, buscaba un camino, y fue arrojado a una guerra desigual, porque se enfrentaba a una maquinaria de guerra nacional e internacional de la que nunca saldría triunfante, salvo muerto o rendido; sin pleno conocimiento de su realidad, en la que ellos y sus familias fueron trágicamente las victimas cuantitativas.
Al tema principal. El capitalismo, tiene a la empresa particular su representante. El socialismo o comunismo a la empresa colectiva. Los miles de muertes causadas por el terrorismo y el antiterrorismo y las persecuciones ilegales, es consecuencia de que el socialismo y el comunismo, tiene como fin la eliminación de la propiedad particular y el capitalismo la defensa de su existencia –Existe otro elemento trascendental ausente en las fallidas estrategias desarrolladas que personalmente señalaré-. Conforme al mencionado pensamiento socialista antiguo, no existiría, en el Perú, la empresa Telefónica, Banco Continental, Compañía Minera Antamina, etc.
Por ello, los gobiernos que defendieron a la empresa particular, idearon sistemas legales y sistemas ilegales: El Plan Cóndor, por ejemplo, en la que participaron los gobiernos de países de Sudamérica. El sistema ilegal mencionado, y otros similares, no eran para defender a su nación, servía para defender intereses de sectores empresariales o particulares. Planes que consisten en la conocida guerra sucia, guerra psicológica y el control mental de personas, poblados, persecuciones, dirigidas por agentes o exagentes, militar, policía, fiscal, juez, funcionario de gobierno, etc. En realidad, es un aparato legal para cometer actos ilegales, con el fin de perseguir a comunistas, líderes de izquierda, supuestos terroristas, líderes opositores, enemigos del capitalismo y su desarrollo. En consecuencia, un ciudadano señalado de terrorista, inocente o no, es enemigo al que se bloquea en sus actividades laborales, persigue; basta que sea señalado, será perseguido, y si es posible, asesinado. Su persecución será implacable. Pueden falsificar pruebas, mentir documentalmente en una investigación policial, fiscal, judicial, brindar falsos testimonios ante los fiscales y jueces, conforme se verifica en las instituciones públicas persecutorias del Estado Peruano. Y no les pasa nada. Es la anomia. Un país sin ley para el ciudadano, supuestamente, enemigo, terrorista, socialista o comunista o izquierdista u opositor. “Porque el pensamiento socialista se propaga como un virus”. Así piensan los radicales.
Pero, la verdad no dicha a las naciones –y mantenerlos divididos- es que no son necesarios ni estos enfrentamientos de sistemas para la desaparición absoluta de un sistema u otro, ni la anomia. Su filosofía es, en forma absoluta, errada y antidesarrollo de los pueblos. Porque la empresa particular y la empresa colectiva siempre existieron, existen y existirán. La situación real es que un país es más capitalista y menos comunista. O, un país es más comunista y menos capitalista.
¿Pruebas? Verifiquemos la realidad. Al representante del capitalismo en América del Sur, Chile: Es más capitalista y menos comunista. Porque tiene innumerables empresas particulares, y tiene, por ejemplo, una empresa que explota su recurso natural a través de una empresa colectiva, expresión del comunismo, Codelco, dedicada a la explotación minera cuprífera. Si revisamos la Constitución de Venezuela, permite la empresa particular. En las noticias observamos las públicas manifestaciones del Presidente Chávez de propiedades en expropiación, los supermercados, Bancos, etc. Venezuela es más socialista y menos capitalista. En la Constitución de Bolivia, otro país socialista en camino al comunismo, en su artículo nueve, dice, que se permite la existencia de la empresa privada, siempre en cuando exista beneficio social. En consecuencia, constitucionalmente, Bolivia, es fundamentalmente socialista y menos capitalista. China Socialista permite la empresa particular, es más socialista y menos capitalista. Perú vive cambios de historia, recorre el camino de constituirse en ser más capitalista y menos socialista, o, si hay cambios en contrario, será más socialista y menos capitalista: O un Chile o una China, ambos son países desarrollados. Por ejemplo, la presencia de los supermercados es la expresión del capitalismo. Y la presencia de determinados mercados nacionales, cuya propiedad es colectiva, es expresión del comunismo.
La cuestión no es atacar a los capitalistas o a los socialistas. Sino, cuál de estos sistemas, cuál de estas empresas, particular o colectiva, brinda más beneficios al pueblo, a la nación. Los sistemas son perfectibles. La empresa particular o la empresa colectiva también es perfectible. Por ser obra humana y cuando exista voluntad con visión. Es una competencia, no es, ni debe ser una lucha entre compatriotas de un país unitario; ni terrorismo de Estado, ni terrorismo de izquierda.
Suma a lo antes dicho, por naturaleza, el hombre es un ser individual y social. Puede hacer cosas de manera individual y también de manera colectiva. Es su esencia. Ni una ni otra puede desaparecer. Observemos nuestros actos individuales y colectivos, y la ciencia de la historia.
Demostrado que en un país siempre existirá la empresa colectiva o particular, afirmamos:
Cuando alguien defiende, que una empresa particular sustituya a una empresa colectiva tiene que demostrar los beneficios de dicha posición. Es decir, cuánto es el beneficio socio-económico: A cuantas personas beneficia y la cantidad de capitalización.
Cuando alguien defiende que una empresa colectiva sustituya a una empresa particular tiene que demostrar, también, cuánto es el beneficio socio-económico.
Por ejemplo, Ollanta, político postulante a la presidencia de la república del Perú. En alguna oportunidad, buscando el cambio, afirmó hacer participar a los pobladores de las comunidades mediante acciones en las empresas que trabajan con los minerales. Señala la forma pero no el objetivo. A la población le interesa cuánto es el beneficio de dichas nuevas propuestas. Es decir, cuál es la diferencia de beneficios entre un sistema y otro. O más preciso, cuál es la diferencia de beneficios entre una empresa particular y colectiva: Con el sistema actual, la comunidad recibe tanto, con el cambio de sistema, la comunidad recibirá tanto. Idea concreta expresada no en lenguaje técnico. Única forma que la población capte el cambio. Recién ahí, el pueblo se interesará por la forma. Y si quiere que el pueblo lo elija Presidente. La gente observa y quiere los cambios, la diferencia concreta, los detalles precisos. Para ello tiene, de referencia exitosa, a las empresas socialistas Codelco de Chile; Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), de Bolivia, y las múltiples empresas estatales de Europa.
En conclusión, no es inteligencia suprema, atacar a los socialistas ni a los capitalistas; ni crear maquinarias legales-oficiales para desarrollar actos ilegales en contra de los comunistas o izquierdistas o socialistas o líderes opositores. Ambos sistemas existen en la realidad. La cuestión es demostrar que aquel tipo de empresa, particular o colectiva, brinda más beneficios (rentabilidad) y progreso a la población. Ah, por supuesto, perfeccionado los defectos de cada tipo de empresa o sistema.
Ninguna persona, por el solo hecho de ser socialista o comunista es malo, de la misma manera ser capitalista es malo. Pensar así, es un prejuicio, un pensamiento errado, que perjudica el desarrollo de los pueblos.
Los capitalistas y socialistas son hermanos que tienen un mismo origen: El ser humano.
Leo.

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